Con el tiempo, nuestras inquietudes cambian. La preocupación acerca de los ciberataques está, en la zona Euro, al nivel del cambio climático y por encima de temas de tal calado como la inmigración o el terrorismo.
¿Qué tememos?
En el ámbito personal, es evidente que proteger la intimidad es fundamental. Nuestra identidad y todo lo que conlleva deben de tener la máxima protección en el mundo digital.
Estar siempre conectados significa ser visibles, ser un posible objetivo.
Pero ¿qué pasa en la empresa?
El escenario ha cambiado. Somos actores dentro de un tablero global y la exposición es constante. Estar siempre conectados significa ser visibles, ser un posible objetivo. Es entonces cuando debemos preguntarnos: ¿cómo puedo ser competitivo, global y del mismo modo tener una compañía digitalizada?
Los desafíos son enormes:
- MOVILIDAD Y TELETRABAJO. El teletrabajo, recién llegado a la fuerza a nuestro entorno, multiplica los riesgos. Trabajar en remoto significa enfrentarse a retos de seguridad.
- Las empresas son atacadas de manera constante. En 2020, una media de 500 veces semanalmente. Y, principalmente (un 67%), la vía utilizada ha sido el correo electrónico.
- En el tercer trimestre de 2020, estos ataques aumentaron un 160% en España. A nivel mundial, un ataque con “víctima” cada 10 segundos.
- Los últimos datos hablan de un 75% de empresas muy preocupadas por la seguridad en “cloud”.
Estar protegido ya no es una opción. Es un derecho. Y acceder a él está a tu alcance, de la mano de un proveedor local de plena confianza y con personal técnico altamente cualificado.
Datos extraídos de las siguientes fuentes: CheckPoint
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